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No Hay Excusa Para La Desobediencia

“Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado” (1 Samuel 13:13). Estas palabras de Samuel se hablaron al rey Saúl después de haber ofrecido un sacrificio ilegal. Si leemos todo el contexto encontramos que el ejército de Saúl estaba asustado y le estaban desertando, por lo cual "se sintió obligado" a ofrecer el sacrificio. Saúl sin duda pensó que estaba justificada en lo que hacía, pero el profeta le dijo que había hecho tontamente. Debido a que el cielo es para aquellos que hacen la voluntad del Padre (Mateo 7:21), tenemos que aprender que no importa las circunstancias, es absurdo desobedecer los mandamientos del Señor.

La importancia de la obediencia es una vez mas enfatizada en 1 Samuel 15:22 cuando Samuel le dijo a Saúl, “¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.” Saúl, junto con el pueblo de Israel, había desobedecido el mandato de Dios de destruir por completo a los Amalecitas y el ganado. Saúl había tratado de justificar su desobediencia diciendo que tenían la intención de ofrecer a estos animales en sacrificio al Señor. La lección Samuel insistió que Saúl aprendiera es que no hay justificación para la desobediencia. Si no somos capaces de hacer lo que Dios ha ordenado, no podemos excusarnos señalando algún bien que quisimos lograr; el Señor quiere que escuchemos su voz. No vamos a ser salvados por nuestra obediencia perfecta, porque la salvación es por gracia y no nuestra perfección (Efesios 2:8, 9), pero Dios siempre ha exigido obediencia y todavía lo hace hoy.